La vida online nos ha ayudado a crear nuevas comunidades virtuales.

Hace más de un año recibí la invitación a formar parte de un grupo de reflexión sobre la infancia en el sistema de protección en España, coordinado por Alberto Rodríguez y Javier Múgica y en el que participamos Antonio Ferrandis, mi compañera de Espirales CI Pepa Horno, Marta Llauradó y mi tocayo casi doble F. Javier Romeu Soriano. Después de estos meses de reuniones online y de múltiples correos y borradores, la semana pasada publicamos conjuntamente el documento fundacional, Renovando desde dentro. Siete retos y propuestas de mejora del sistema de protección de la infancia en España. El texto habla por sí solo, y se puede descargar de la página web de “Renovando desde dentro”.

Aquí quiero hablar de algo un poco distinto: del proceso en sí mismo. Y lo resumo en tres palabras: comunidad, crecimiento y consciencia.

Comunidad es lo que hemos ido creando. Tiene una parte de azar, el habernos encontrado por temas de protección de infancia en distintos espacios. Pero tiene también una parte de intención. Hacer hueco para las reuniones online. Escribir cada cual su parte del documento y revisar los textos del resto. Compartir puntos de vista, preocupaciones y posibles respuestas. Poco a poco hemos ido profundizando en nuestras relaciones, desarrollando un lenguaje común que incorpora nuestras distintas personalidades y sensibilidades. Y creemos que parte de las mejoras del sistema de protección pasan precisamente por crear comunidad en muchos otros espacios, con los niños, niñas y adolescentes y sus familias, dentro de los equipos de profesionales y en las redes de intervención.

Además, hemos avanzado con una perspectiva de crecimiento. Cada persona de nuestro grupo llevamos muchos años colaborando y acompañando procesos del sistema de protección. Por eso podemos hablar de las carencias, de los puntos débiles que dañan a los niños, niñas y adolescentes y a las familias a quienes se pretende proteger. Pero también recordamos los progresos, los cambios, a veces muy pequeños, que hacen que algunos aspectos vayan mejorando. Por eso el documento quiere recoger tanto los retos que vemos en España como algunas propuestas que sabemos, por experiencia personal o profesional, que han funcionado antes. Y este proceso también nos hace crecer a quienes reflexionamos en grupo.

Porque, al final, se trata de desarrollar la consciencia. Cuando tenemos una “mirada consciente”, como dice mi buena amiga y socia en Espirales CI Pepa Horno, vemos la realidad de una manera más profunda. Identificamos lo que sucede en los niños, niñas y adolescentes y sus familias, pero también en los equipos profesionales y en los sistemas que tendrían que proporcionarles protección y acompañamiento. Y reconocemos también lo que sucede en nuestro interior, para canalizar las intuiciones y las sensaciones hacia propuestas concretas que mejoren la vida de muchas personas. Esto no podemos hacerlo a solas, necesitamos un entorno seguro, la comunidad, que nos ayude a seguir avanzando, a plantearnos nuevas preguntas y a descubrir nuevas respuestas.

Desde aquí envío mi agradecimiento hacia este magnífico equipo, y a la vida por haberlo hecho posible.

Y os invito a que leáis el documento y a que prestéis atención a los siguientes pasos (vamos a estar publicando entradas de blog mensuales para seguir profundizando en las distintas propuestas). Os veo en la web de “Renovando desde dentro”.

En celebración,

F. Javier Romeo